jueves, 19 de abril de 2007

Cine Oriental: EL BAÑO

Una apuesta cultural distinta en el cine, puede encontrarse en el cine oriental donde el lenguaje cinematográfico muestra las distintas dimensiones de su riqueza cultural.


Esta película cuestiona la sustitución de los valores tradicionales por los modernos

Erming el protagonista del film es un joven que refleja el abandono de las tradiciones y el olvido de las raíces, contagiado por los estilos de vidsda modernos, en donde el tiempo se apodera de los sujetos y las máquinas intentan reemplazar y desplazar el trabajo del hombre.En estos estilos de vida modernos, los individuos son condenados a perder sus raíces, se convierten en sujetos de consumo, y son llevados por los estereótipos del cómo vestir, cómo comer, cómo ser... y el individuo no tiene tiempo para pensar en sí mismo ni en los otros que lo rodean. En sintesis lo que está planteando es un sujeto enajenado en la posmodernidad.

El baño, con gran significación para la cultura orienta, es concebido como ritual y como lugar de lo íntimo, en el que los individuos se encuentran consigo mismos, con sus prójimos y con sus temores. Los personajes de la película exponen en este ritual, del baño, la importancia para la construcción de relatos, para la transmisión de la cultura oral, para la catarsis y para el reconocimiento del otro.

El agua por sun parte es constituída como una necesidad, no sólo como elemento fundamental para limpiar el cuerpo, sino también como elemento que cura y limpia el alma de enfermedades.

Con la trama cinematográfica el director deja entrever que su intención es la de dejar en el espectador la reflexión de sí finalmente podrán las máquinas sustituir lo que el hombre, como ser vivo, puede brindar, y si en la sociedad actual podrán los individuos encontrar un espacio de en el que sus represiones puedan liberarse.




La maldición del Escorpión de Jade

¿La hipnosis, como viaje del inconciente, realmente nos puede llevar a actuar en contra de nuestra voluntad?


Este magnífico film del Actor y director neoyorquino, Woody Allen, en el que el poder de la sugestión y los detectives de los años 40s son los protagonistas, plantea un gran interrogante al espectador, el del poder del inconciente sobre la ejecución de nuestros actos.

La respuesta a tal interrogante sólo la tendrá el público luego de adentrarse en la travesía mental del Escorpión de Jade.

La historia circula alrededor del aparente odio que se profesan CW Briggs, el mismo Allen, y Betty Ann Fitzgerald, dos expertos investigadores de una famosa compañía de seguros en New York, y los inexplicables robos que se realizan a los clinetes de la compañía de seguros.
Redención de la mente de los protagonistas.

Todo comienza la noche que celebran el cumpleaños 50 de George Bond, la excusa del director para llevar a las "victimas" voluntarias a enfrentar sus verdaderos sentimientos. Fitzgeral y Briggs luego de la particular treta que les juega el inconsciente, cuando son seducidos por los encantos del escorpión de Jade, en la hipnosis del mago- mentalista Voltan, son "manipulados" para llevar a cabo los más finos robos y una extraña relación sentimental.

El Escorpión es una joya que perteneció al emperador China y que fue obsequiada a éste hace muchos por considerar que poseía poderes extraordinaros, con los que podría hacerse más vil la mente del hombre. Voltan usa su poder para hacer de las suyas con estos dos detectives, quienes utilizando la información y las técnicas que dominan le llevaran todo el dinero y joyas que encuentren.

Finalmente la táctica que Briggs emplea para atrapar a los delincuentes, resulta ser en últimas un arma de doble filo, pues al ponerse en el lugar del criminal evidencia un gusto inconciente por las aventuras ilegales.